2006 sin dudas fue un año clave, le dediqué mis palabras al silencio, el orgullo asomó en varios versos y fue, principalmente, el año en el que comenzaron mis largas "vacaciones"...
Mis vacaciones no fueron como el sentido literal de la palabra lo indica, duraron años, las viví agitadamente, incorporé experiencias de muy diversa índole, no obstante, ninguna de ellas pudo llegar al papel.
A continuación dejo algunas de las últimas creaciones:
Solo instantes de presencia
Si supiera realmente hallar el punto de despedida
entender tus ojos como ajenas palabras distantes,
si en el templo del olvido se anclan nuestras tardes,
dejaría en tu alma mi beso para abrirle una herida.
Si pronunciara mi corazón todos los pecados
quizás, asustado huirías aun más pronto
dejando a mi corazón dislocado solo
por penar el delito de haberte adorado.
Es el silencio siempre quien domina al dolor,
cárcel de sentimientos con las llaves perdidas,
con llaves que le devolviste a mi vida
para que sea libre y te llegue frágil mi amor.
Hoy nos quedan solo instantes de presencia
y un sueño que crece entre limites fijos,
nadie sabe cuanto duele este destino,
porque te quiero más allá de la tristeza...
Aunque digas te quiero, es fría tu mano
aunque me beses, te vas sin ideas claras
pareciera que, a veces, te duele el alma
y no te importa saber si ya te amo...
Diciembre 2006- 9:29 hs
Quizás, el mar arrastre hasta el fondo los momentos
y queden en la arena
huellas sin dirección
nuestros oídos puedan aturdirse con el viento
y ya nada vuelva al corazón…
Quizás, el reloj acelere agujas hirientemente
y las escenas se marchen sin volver jamás.
Quizás ya no pueda retenerte
y te conviertas en las olas del mar.
Quizás, mis deseos te acercaron a la orilla
y la brisa te murmuró los motivos.
Es tan amplia la distancia hacia tu isla
y quedarte va en contra del destino.
Quizás ya no pueda caminar junto a tus pasos,
no eran puras las aguas que creíamos claras,
aunque sé, nada bastó para superar los daños
dejo a cargo de tu corazón regresar mañana…
2006
Orgullo vehemente
Solo una palabra resume
nuestra historia,
Y a ella le arrojo la
culpa de nuestro dolor
De nuestras heridas
miradas que enfrían la memoria
Y de un sentimiento
que, según rumores, feneció.
Espina filosa que marcó
nuestras vidas
Solo en sueños logro
vencerla y sentir,
Y a juzgar por tus
amargas partidas,
Presiento que te
lastima tanto como a mí.
Las alegrías talladas
tan ocultas me conservan
Me preservan del frío
al que nos sometimos
El mundo habernos visto
apenas recuerda
no sufro sola, ambos
caímos.
Dicen que ser feliz
consiste en liberar al corazón
Pero entregué al
orgullo la sepultura de este sentimiento
para que nunca escuches
a mis labios evocando tu amor
suplicando con vehemencia
que quiebres el silencio.
2006